Historia de la raza
Los caballos criollos son descendientes directos de los caballos españoles importados por los colonos durante la conquista del Nuevo Mundo y que escaparon para volver a su hábitat natural en la pampa argentina.
Sus antepasados son principalmente caballos de pura raza española y barbos llegados de la mano del español Diego de Almagro. Cuando años más tarde éste abandona Buenos Aires obligado por la defensa de los indígenas, deja los caballos que sueltos consiguen reproducirse gracias a las condiciones de las praderas de la pampa húmeda argentina.
Durante cuatro siglos el criollo se ha adaptado a las llanuras argentinas y los gauchos lo han adoptado como caballo de caza y como animal de trabajo. Éstos se han convertido en compañeros indispensables para el trabajo en las haciendas de ganado.
Los cruces con caballos pura sangre ingleses pusieron en peligro la existencia de la raza, pero afortunadamente un grupo de agricultores se asociaron para salvarla. Estos cruces con el pura sangre inglés trajeron la creación de los famosos ponis de polo argentinos.
Actualmente en Argentina los caballos son criados al aire libre y no tienen ningún tipo de contacto con el hombre hasta la edad de tres años. El duro clima del país los ha hecho especialmente longevos y resistentes, con una esperanza de vida muy superior a otros caballos, pudiendo vivir hasta 40 años.
Características físicas
Los caballos criollos miden entre 1,40 m y 1,52 m. Son animales de cuerpo robusto y musculoso, con unas extremidades fuertes y una abundante melena. Su cuerpo es similar al de los tradicionales caballos de tiro, con un porte equilibrado, armónico y con el centro de gravedad bajo.
En los caballos criollos se aceptan todas las capas, excepto el pintado y el tobiano.
Carácter del caballo
Los criollos presentan un carácter autónomo y perseverante. Muchos dicen que son caballos salvajes y poco cercanos al hombre, mientras que otros sostienen exactamente lo contrario, destacando su amabilidad y su displicencia con el ser humano. La realidad es que la forma en la que han sido criados marca mucho su carácter y, por tanto, crea estas diferencias.
La raza es muy activa y llena de energía. Su agilidad y rapidez de movimientos lo hace muy apropiado para trabajos ganaderos. A estas características hay que sumarle su resistencia, su valentía y su buena aptitud a colaborar siempre.
Curiosidades de la raza
Aunque el tradicional caballo criollo, el que a todos nos viene a la mente, es el argentino, es importante saber que esta raza equina se distribuye por todo el continente americano, hasta en el norte. Las características de estos caballos varían dependiendo de la zona en la que vivan.
Otra curiosidad de la raza es que fueron casi los únicos caballos que participaron en las guerras de la independencia que ocurrieron en Argentina desde 1810 a 1820. En aquel momento la existencia de razas europeas era muy reducida.