Consejos y recomendaciones sobre cuidados de caballos

Los caballos son uno de los animales más queridos y es cada vez más común verlos en granjas o en casas de campo. Sin embargo, el cuidado de los equinos no es tan fácil como puede parecer a simple vista, pues si la idea es hacer que el caballo pase a tener una vida de estabulación deberemos de tener en cuenta una serie de responsabilidades para tratar al animal como merece.

Lo más importante es conocer qué necesidades vitales tienen los caballos, para poder habilitar el espacio en el que vivirán, para poder entrenarlos, para poder alimentarlos y para poder darles los cuidados esenciales para que crezcan sanos y vivan su mejor vida. 

Si eres un amante de estos animales o te estás planteando adquirir uno es posible que te sea muy útil conocer los mejores consejos y recomendaciones sobre el cuidado de los caballos que te dejamos a continuación.

¿Qué comen los caballos?

Lo primero que tenemos que saber es que los caballos son animales herbívoros y que, por tanto, deberán de ser alimentados con todo tipo de granos, paja, hierba y heno. 

Más allá de eso, es muy importante conocer las necesidades nutricionales de cada caballo en función a su edad, su raza, su peso, sus actividades del día a día y otras características, que nos dictarán sus funciones alimenticias. Deberán alimentarse con las suficientes vitaminas y nutrientes para disponer de un aporte diario de grasas, proteínas y carbohidratos.

¿Cuánto come un caballo?

A grandes rasgos, lo más esencial para su bienestar es que siempre tengan agua limpia a su alcance para que puedan beber cuando quieran, pues es un animal que consume más de 30 litros diarios. 

Además, en cuanto a la dieta, lo ideal es buscarles un pienso rico en carbohidratos estructurales, y que se alimenten con al menos 7 kg al día. Es muy bueno complementar la alimentación de los caballos con pienso y otros carbohidratos no estructurales. Se dice que resulta muy saludable que los caballos coman el 1 o el 2% de su peso en heno.

Cuidados básicos del caballo

A la hora de enfrentarnos a los principales cuidados de los caballos puede ser algo complejo de dominarlo a la primera, aunque si tenemos experiencia con otros animales el proceso de adaptación nos resultará mucho más sencillo.

Hay que destacar que los cuidados más básicos de los caballos pasan por: su alimentación, su espacio, su refugio, su cama y su aseo.

Más allá de la alimentación, que acabamos de comentar, es esencial que cada caballo cuente con su propio espacio para moverse. Lo común es dejarles un par de hectáreas, aunque siempre deberemos cercar el espacio con vallas para evitar que se escapen. Además del espacio al aire libre, muchos caballos viven en los box, que suelen ser de un tamaño de 4x4, por lo que deberemos de asegurarnos de que este espacio está limpio, higienizado y que es lo suficientemente grande para no estresar al animal.

Esto es paralelo al refugio, que puede ser una cuadra más grande, un establo o cualquier cobertizo donde los caballos puedan protegerse de las inclemencias del tiempo juntos, y a la cama, que se localizará en su cuadra. La mayoría de veces las camas se hacen con paja, virutas de madera o cáñamo; pues el animal necesitará un lugar en el que poder recostarse, y este debe ser higiénico y mullido.

¿Dónde viven los caballos domésticos?

Igual que diferenciamos entre los caballos domésticos y los que viven en un hábitat silvestre en libertad, también tenemos que dividir a los caballos en base a las tareas que desempeñan o a sus funciones.

Muchos caballos domésticos se utilizan en tareas en el campo, para fines deportivos o para la doma o la hípica en escuelas o instituciones profesionales, así que cada uno de ellos vivirá en un lugar diferente.

Lo normal es que lo hagan en establos compartidos o individuales y en cuadras, siempre en zonas rurales donde puedan también estar al aire libre.

¿Cuántos años viven los caballos?

Por lo general se puede decir que un caballo en libertad puede llegar a vivir un máximo de 25 años, aunque si nos referimos a un caballo estabulado es más común que se alargue su duración de vida.

Si el animal está bien cuidado, se siguen unas pautas de alimentación correctas y se lleva un seguimiento riguroso de su salud con un veterinario, un caballo que viva en una cuadra puede alcanzar perfectamente los 35 años de vida.

La edad idónea para montar a los caballos es entre los 12 y los 16 años, y la mayoría de los caballos que se ofrecen para aprender a hacer hípica se encuentran en este rango de edades. Si te interesa esta actividad puedes acudir a una escuela de profesionales, como Madridhipica.com, en la que te tutorizarán en el proceso de conocer y crecer con los caballos en este arte de montar.

Cosas que no les gustan a los caballos

Los caballos son animales bastante tranquilos que no presentan demasiadas manías en su comportamiento. De todas formas, existen algunas cosas que no toleran y esta información puede resultar muy útil si vamos a estar en contacto con ellos de forma habitual.

Por ejemplo, los caballos prefieren vivir en compañía, ya que no les gusta estar solos. De estar mucho tiempo abandonados o sin tener contacto con otros caballos pueden desarrollar enfermedades mentales como depresión.

Del mismo modo, a muchos caballos no les gusta nada verse rodeados de muchas personas y por ello pueden ponerse nerviosos al verse obligados a hacer rutas o paseos en público.

Tampoco les gusta nada que nos acerquemos por detrás, que nos coloquemos cerca de la cola, ni que les acariciemos la parte trasera del cuerpo, pues pueden responder con agresividad.

¿Cómo cuidar el pelo del caballo?

Las crines de los caballos son probablemente su atributo más bonito a la vista, y la zona de mayor importancia de su pelaje. Por este motivo, resulta esencial mantener un buen cuidado de la crin del caballo, ya que, además, es una zona muy propensa a contraer parásitos.

Lo recomendado es cepillar y lavar la zona habitualmente para limpiar y desenredar el pelo, contribuyendo a que esté sano, sedoso y brillante.

Es muy importante utilizar el cepillo y champú adecuado en función al pelo del caballo. 

Para el cuerpo se usará siempre una rasqueta para masajear el cabello en movimientos circulares y luego se utilizará un cepillo de raíces, con el que eliminar restos de suciedad, hierba o polvo. Para la cabeza se usará un cepillo de púas blando y una esponja, y para la cola se elegirá un peine de crines, pues es una zona mucho más sensible.